RUBEN MORALES MONROY

Director teatral guatemalteco.  Nace el 02 de febrero de 1935. Debutó como actor en el grupo de Teatro Thalia bajo la dirección de Manuel Lisandro Chavez cuando aun tenia 14 años de edad en el año de 1949. Cuando era miembro de grupo Thalia su director lo recomienda para estudiar con Domingo Tessier en la escuela de Teatro de Bellas Artes, donde se gradua como maestro de Arte, especializado en Teatro.

En el año de 1955 organiza y dirige el Teatro de la Prisión de Mujeres y en 1958 gana un premio por el montaje de la obra de Manuel Galich “De lo vivo a lo Pintado”. Y en 1959 dirige la obra “El Tren Amarillo” del mismo autor. Mas tarde viaja a Mexico donde perfecciona su técnica con Fernando Wagner, Salvador Novo, Oscar Ledesma y Xavier Rojas. Como co- director y actor trabajó en las Misiones Culturales de la Juventud Mexicana, en la Temporada de Teatro Infantil de Bellas Artes y en el Palacio de Bellas Artes en la obra de Bernagnos: Diálogo de Carmelitas

Regresa a Guatemala en 1961 y se presenta con la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro de Guatemala, interpretado el Rey David en la obra del mismo nombre, de Honneger. Organizó la Compañía de Teatro Popular de Bellas Artes y dirigió Antígona, Anohuilh y varias obras de autores guatemaltecos. Fue por recomendación de Manuel Lisandro Chavez que el consejo directivo de la Universidad Popular elije a Rubèn Morales para quedar a cargo de grupo de Teatro de la Universidad Popular, funda la sala de Teatro Manuel Galich y luego funda la academia que hoy lleva su nombre.

Gracias al entusiasmo de él, se organizan los Festivales de Teatro Guatemalteco del cual se realizaron 25 ediciones ininterrumpidas. Dirigió mas de 135 obras de autores nacionales e internacionales. Realizo 30 temporadas de Teatro para Estudiantes de Nivel Medio. Graduó mas de 25 promociones de actores y técnicos con la academia de arte dramático de la Universidad Popular en la que se desempeño durante mas de 30 años como maestro de actuación y director de la misma. Realizo 25 giras departamentales y 5 giras centroamericanas con todo su elenco.

Los montajes y escenografía de las obras presentadas por la UP bajo la dirección de Rubén Morales Monroy reproducían ambientes como los hogares campesinos del interior del país y los proletarios de la ciudad y estaban realizados de una manera sencilla, en la línea del realismo popular. Las formas de representar las obras eran muy simples y con un lenguaje directo. En el repertorio del maestro Rubèn Morales con la compañía la UP se ha contado con una mayoría de obras escritas por guatemaltecos, como "El Pescado Indigesto", “De lo vivo a lo pintado”, “Mi hijo el Bachiller”, "Pascual Abah", "El Tren Amarillo", “Torotumbo” y "Su Último Cargo", de Manuel Galich; "El Señor Presidente" basada en el original, del escritor Miguel Ángel Asturias (obra que casi le cuesta la vida por la represión de aquellos días) "La Calle del Sexo Verde" y "El Corazón del Espantapájaros", “La Chalana”, "La Herencia de La Tula", de Hugo Carrillo; "Un Loteriazo en Plena Crisis", de María Luisa Aragón, "El Viejo Solar" de Adolfo Drago Bracco, "Sebastían Sale de Compras" y "Diálogo entre El Gordo, El Flaco y una Rockola" y "Delito, Cadena y Ejecución de una Gallina", de Manuel José Arce; "La Gente del Palomar", de María del Carmen Escobar, entre otras. Ademas dirigió comedias como “Tan perfecto no te quiero”, “El fabricante de deudas”, “La tía de Carlos”, “El juego que todos jugamos” y casi todas las obras de Alejandro Casona como “Los Arboles mueren de pie”, de la cual realizo mas de 1000 presentaciones, “La barca sin pescador”, “Prohibido suicidarse en primavera”, “La fierecilla domada” entra muchas, muchas otras.

Entre los premios obtenidos destacan: El pedestal de oro (Presidencia de la República 1982), Monja Blanca de la Asociación de Periodistas de Guatemala, Cruz al Merito Artístico de la Asociación de Periodistas de Guatemala; Artista del año (Revista de las Naciones 1988), Premio Rabinal Achi (CELCIT 1991), Fue Ganador de 10 premios OPUS otorgados por el patronato de Bellas Artes como mejor montaje y mejor dirección. 3 primeros premios en las olimpiadas culturales centroamericanas en Santa Ana, El Salvador y el Diploma EMERITISSIMUM de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Fue conocido como El maestro Ruben, pero sin duda alguna el mote que mejor se le ajustaba era el MOTOR DEL TEATRO GUATEMALTECO.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Al fin una reseña del maestro Ruben, maestro de maestros, motor del teatro guatemalteco, duro y disciplanario con sus alumnos, ojala las nuevas generaciones de teatro se interesen en su vida, sobre todo los alumnos de la academia que lleva su nombre. Saludos un ex alumno del maestro.

Anónimo dijo...

Su interes y alta experiencia artistica la plasmo en los muchos escenarios, especialmente en el de la UP, logrando asi y hasta el dia de su partida, "su mejor obra", " su mejor produccion". Y porsupuesto, si fue la disciplina su mejor herramienta para lograr muchos exitos... lo confirmamos mi esposa y yo quienes un dia estuvimos bajo su ensenanza y direccion.

Ragueneau Lederer Godoy dijo...

Sencillamente...el Maestro. Exigente como él solo, preocupado porque sus alumnos aprendieramos la mística del teatro, una de las cosas que más recalcaba era la disciplina y después de trabajar con él y trabajar con otras compañías, me dí cuenta que el Maestro por algo nos regañaba cada jueves en la clase práctica de actuación, tenía razón en todo lo que decía aunque en esos momentos no lo vieramos así.
Recuerdo cómo le gustaba celebrar su cumpleaños -2 de febrero-, con una gran cena para todo el elenco que estuviera en temporada, fanático del futból y del equipo Municipal.

Anónimo dijo...

Tuve la suerte de tenerlo como maestro y trabajar en varias de sus obras.
Inolvidable, exigente, entregado.
Uno de los principales bastiones del teatro guatemalteco en una epoca de oro para el arte escenico de Guatemala.
Salud maestro!
Oky Arguello

Lucy Armado dijo...

No tuve la dicha de tenerlo como maestro, o siquiera de estudiar teatro, aunque sin duda alguna hubiese sido algo muy bueno, estudiarlo. Pero por lo que dicen el fue un muy buen maestro que no solo le gustaba sino que amaba su profesión y le dedicaba toda la pasión posible. Excelente tener maestros así! :)