SERGIO LUNA

Nací en la ciudad de Guatemala, el 24 de Junio 1951.  Primogénito de mis padres, que  desde “párvulos” a mis 6 años, me incentivaron a “una carrera teatral”, cuando fui elegido para representar al Grillito en una obra organizada expresamente para nuestro “colegito”.
A los nueve años, luego del fallecimiento de mi papá, fui seleccionado para representar a Jesús en un pequeñísimo montaje del “Sermón de la Montaña”, presentado varias veces ante enfermos y empleados del entonces Hospital San Juan de Dios.

Ya en el cuarto grado de primaria, luego de ganar algún concurso de retórica, se me nombró declamador oficial de mi aula y defensa central del equipo de Fut.
   
En el año 1964, nos trasladamos a vivir a San Salvador.  Allí sacando el Sexto Grado, participé en una zarzuela, “Una barca sin pescador”.  Inicié clases de canto y de piano y participé en algunas representaciones escolares.

En 1966, regresamos nuevamente a Guatemala y volví a tomar mi papel de declamador.

En 1968, terminada mi secundaria, comienzo a trabajar en una ferretería como oficinista encargado, lo que me valió para iniciar a conocer la relación cliente-vendedor y el producto de esa relación, las ventas.

Ya en 1970, logro terminar mi carrera de contador, pero no me gradúo. Me inscribo en el TAU y empiezo mis estudios con los maestros Zoila Portillo, Enrique Dávila, Carlos Menkos, bajo el auspicio de Fito Hernandez.  En éste año conozco a la que sería mi novia y mi esposa.

En 1971, decidimos con un amigo también del TAU, viajar a Australia, pero ya no lo concretamos. A finales de ese año parto yo solo a aventurarme, visitando amigos en El Salvador, paso a visitar otros tantos a Honduras y me dirijo a Nicaragua en donde sufro un atentado contra mi intregridad.

En Mayo de 1972, me lanzan a participar en el primer montaje del Juego que Todos Jugamos y me rozo con estrellas del momento: Javier Pacheco, Yolanda Willians, Julio Díaz, Carlos Obregón, Arturo D’arcy, Lily Klee y Ruth Duarte del Sol. Realizamos cuatro temporadas, con presentaciones en diferentes partes del país, cientos de funciones.

1974.  Me caso y nace mi primer hijo. Conozco a Manuel Corleto, que estaba regresando de Mexico y participó con él en El animal Vertical y Algo más de 30 años después, de su autoría, en el festival de Antigua Guatemala. Escribo mi primera obra de teatro para niños, inédita “El tornillito veloz”, el cuento “La Chica Terremoto” y “Patrick II”.  Este mismo año escribí también varios poemas inéditos todos.
Y de 1975 a 1984 trabajé en varias obras con Dick Smith, con Ricardo Mendizabal, Abel Lam, Adolfo Hernandez, Javier Riera, Mario Galdamez, una participación en la Telenovela AZUL de Manuel Corleto y exactamente en 1977, con algunos ahorros logramos con mi familia, mi primer viaje a USA, que utilicé para empezar algunos negocios.  En 1978 fui ganador de un Opus, al que me opuse por la designación que se me había dado. En 1980 fui a Mexico y me embriagué durante muchos días viendo teatro, desayuno, almuerzo y cena.

En 1985, me fui a vivir a Boston, Massachusetts.  Allá trabajé en un diario local, los primeros meses,  abarcando las pocas noticias culturales en español que encontrábamos, mientras asistía a la escuela por las tardes.  Para poder mantener a mi familia, que se fue conmigo, debía trabajar por las noches limpiando algunas oficinas y los fines de semana supervisando la limpieza en un lujoso edificio de apartamentos.

En 1987 regresamos a Guatemala y con los ahorros logrados edificamos nuestra nueva casa y montamos un pequeño negocio, que nos mantiene hasta ahora.

Al regresar a Guatemala, conseguí que me reintegraran mi trabajo en la Mercedes Benz y al segundo día de estar en Guatemala me fui a ver una obra de teatro al Gadem. Ese mismo año escribí una obra de teatro para matrimonios, titulada: “El Leñador”, otra para niños: “El pollito Chic”, el cuento “La Chica Riqueza” y “El cojinete Parlanchin” y publiqué  mís poemas “Vida”, “Soy Todo”, “Porque no?” y “20 de Septiembre”, en una revista local.

En el año 1994 decidí estudiar Terapia Familiar, buscando respuesta a muchas cosas que vivía y que veía vivir.  Me gradué de Terapeuta en 1998.

En el 2006, por invitación de un amigo, viajamos varias veces a Venezuela y nos solazamos admirando la belleza de esa tierra, sus bailes costeños, su teatro, sus costumbres, su pródiga literatura y por supuesto palpamos “los problemas” con su gobierno, además de la belleza inconmensurable de los Andes. Aquí empecé a escribir una novela que aún está sin título y sin terminar.

A partir del año 2000, mis hijos se han casado ya todos. Continuamos viviendo en nuestra casita. Continúo adorando hacer teatro. Continúo atendiendo nuestro negocio.  Y Participo en los montajes que, dentro de mi tiempo, me solicitan.

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